Arqueólogo, doctor por la Universitat de Girona, especialista en el estudio de las armas y las formas de guerra de las sociedades protohistóricas, autor de varias publicaciones… y apasionado del heavy metal y la espeleología. Gustavo García es el director de la nueva revista Arqueología e Historia, un reto que afronta desde la ilusión que a sus 39 años le sigue provocando su trabajo. “Es una profesión de lo más emocionante: tanto si excavas como si estás investigando sobre algo, vas desvelando capa tras capa de información para ir profundizando en el pasado. Lo más fascinante de la historia es que está en constante movimiento y depende de nuestra interpretación”, explica el arqueólogo, que reside en Cadaqués, un pueblo de la Costa Brava.
Fascinado por el armamento antiguo y movido por una curiosidad insaciable, se formó en esta especialidad hasta que, unos años después, se vio haciendo una tesis doctoral sobre el armamento de La Tène (céltico) en la península ibérica co-dirigida por uno de los mejores expertos en la materia, Fernando Quesada, algo que le “parecía inalcanzable”.
Mientras, trabajó en excavaciones y en la restauración (no la arqueológica, sino la alimenticia, apostilla) y en la publicación de artículos y monografías, como “Las primeras producciones de antenas de la Meseta. Patrones de influencia y desarrollo morfológico de las espadas de tipo Echauri/Quesada II”, Gladius, 26, 19-60 (2006), “Entre iberos y celtas: Las espadas de tipo La Tène del noreste de la Península Ibérica”, Anejos de Gladius, 10. Madrid (2006), o “El armamento de influencia La Tène en la Península Ibérica (siglos V-I a.C.)”, Monographies Instrumentum, 43, Montagnac (2012).
¿Qué te ha llevado a embarcarte en este proyecto?
No llegué a conocer Desperta Ferro hasta que llevaban cuatro números publicados. Fue en el festival Tarraco Viva, un lugar idóneo para el encuentro de investigadores con el público general. Me quedé pasmado. Llevaba años quejándome de que se excavaba mucho (por entonces terminaba una racha en la que había habido mucho trabajo) y toda aquella información no trascendía.
Como mi campo de especialización era el del armamento y la historia militar, la revista me llamó la atención al instante y me sorprendió muchísimo comprobar que algo que existía en mi imaginación era ya una realidad. Tenía de todo, buenos textos, mapas detallados y espectaculares ilustraciones, algo que siempre me ha apasionado. Me pareció una iniciativa muy valiente y me quedé pegado a sus páginas. Con el tiempo me ofrecieron alguna colaboración, algo que por supuesto acepté encantado, y terminé dirigiendo el Número Especial IV: Mercenarios en el mundo antiguo, lo que terminaría revelándose como un preludio para más adelante comenzar con esta nueva cabecera.
¿Por qué es necesaria una publicación como Arqueología e Historia?
Porque abre justamente ese canal de comunicación entre investigadores y público en general, y eso me parece imprescindible. El profesor Francisco Gracia decía en su artículo en este blog «Una reflexión sobre la Arqueología del siglo XXI» que no hay investigación sin conservación y divulgación. ¿De qué sirve excavar e investigar si luego todo queda en congresos y encuentros científicos y no trasciende a la sociedad? Divulgar es un paso más, una forma de recorrer un espacio más amplio.
En el pasado hubo iniciativas de publicaciones arqueológicas interesantes, pero ahora es un campo bastante limitado en este país, mientras que en otros lugares existen publicaciones de excelente calidad con larguísimas trayectorias. Creo que Arqueología e Historia es una aportación que puede ser muy bienvenida.
¿En qué se diferencia Arqueología e Historia de otras revistas de esta temática?
Las diferencias frente a otras revistas arqueológicas son notables. Para empezar, los textos están redactados por investigadores consagrados y académicos muy reconocidos, los expertos que realmente se dedican a esto y que saben de lo que hablan. Además, está el impresionante aparato gráfico, que es un caramelo para el lector, y la información adicional de los pies de imagen, que siempre aportan curiosidades y cuestiones complementarias al texto.
El hecho de tratar temas monográficos es otra de las claves indiscutibles, quizá incluso la más importante, porque permite trabajar un tema a fondo y no quedarse meramente en la superficie. Por ejemplo, en nuestro número 2, que va a tratar sobre los bajos fondos de Roma, podemos tocar todos los ámbitos: desde la criminalidad a la prostitución, los disturbios relacionados con temas políticos, el control policial, el éxito de los espectáculos entre las clases bajas y hasta la vida cotidiana de los barrios más humildes. Los lectores, y sé de lo que hablo porque he sido lector de Desperta Ferro durante muchos años, pueden repescar temas que les parezcan interesantes siempre que les apetezca, aunque se trate de números atrasados.
¿Sobre qué temas y épocas tratará Arqueología e Historia?
La ventaja de la Arqueología es que no hay límites y en Arqueología e Historia tampoco los habrá. La gran transversalidad de esta ciencia permite que puedan tocarse tantos temas como se desee, no solo por épocas sino también por enfoques. Me decía Gustau Vivar del Centre d’Arqueologia Subacuàtica de Catalunya, un compañero y tocayo especialista en este área, que su profesión es verdaderamente abierta, porque se tocan todas las épocas y no son tan especialistas en un momento concreto, sino que su espectro de especialización es mucho más amplio. Y eso ocurre también en tierra firme, el método es el mismo, con ligeras variaciones sobre todo si hablamos de la Prehistoria, y yo mismo he llegado a excavar desde yacimientos protohistóricos hasta modernos, medievales o romanos. Todo es factible.
Además, Arqueología e Historia es precisamente eso: Arqueología e Historia; no solo tocaremos temas propiamente arqueológicos, sino también otros más orientados a la Historia, aunque siempre con un fuerte énfasis en cuestiones arqueológicas que, como digo, a menudo resultan indisolubles del discurso histórico.
¿Quién crees que leerá Arqueología e Historia?
¡Espero que mucha gente! Aparte de aquellos que nos dedicamos a la Arqueología o en general a la Historia, que somos seguros candidatos, a muchísimos jóvenes les ha pasado por la cabeza dedicarse a la arqueología y finalmente, por la razón que fuere, han terminado haciendo otras cosas. La vida da muchas vueltas, pero me atrevería a decir que todos llevamos un arqueólogo dentro. Indagar en el pasado es parte de nuestra esencia como seres humanos. Luego están también los viajes: llevarse una revista de Arqueología e Historia bajo el brazo es bien práctico y una información de primera mano sobre cosas que se van a visitar.
Estoy seguro también de que la revista, por sus contenidos más encarados a temas sociales, culturales, de la vida cotidiana e incluso artísticos, va a resultar muy atractiva tanto para el público masculino como femenino. Por ejemplo, al buscar autores para los artículos, es mucho más común dar con autoras especializadas en estos temas. Las opciones son verdaderamente amplias. Mucha gente está deseando leer algo así, solo que hay que ponérselo al alcance.
¿Y por qué repetirán?
El rigor es nuestra mejor garantía de continuidad. Como decía antes, el que nuestros números traten temas monográficos permite una menor dispersión y en definitiva una mayor atención a cualquier temática. Siempre hay temas que te gustan más y otros que te son más desconocidos pero te parecen igualmente llamativos. En mi caso, aunque mi especialidad es más la Protohistoria y la Antigüedad, me llaman casi más la atención los contenidos de otras épocas, y algo parecido me ocurre con las otras cabeceras de Desperta Ferro. Si el contenido es bueno y didáctico, siempre es una gozada leerlo.
¿Cuáles son los próximos temas que tratará Arqueología e Historia?
En este primer año vamos a trabajar temas de Protohistoria (los iberos), Roma (los bajos fondos), la Edad Moderna (la fragata Mercedes), Egipto (el mundo funerario), el ámbito clásico (la Sicilia griega) o la Edad Media (las peregrinaciones y el Camino de Santiago).
Las cuestiones patrimoniales van a estar frecuentemente imbricadas en nuestros números, como por ejemplo en lo relativo al expolio del tesoro de La Mercedes por la empresa cazatesoros Odyssey, o el tráfico ilegal de antigüedades egipcias. Todo ello hace muchísimo daño a la investigación, y es algo a lo que hay que darle voz para manifestar hasta qué punto puede ser perjudicial.
Para nuestro segundo año, entraremos en la Prehistoria, pero también barajamos la posibilidad de incluir algo sobre el mundo etrusco o, ¿quién sabe? Es algo que todavía no hemos decidido. Por fortuna, contamos con medios de comunicación muy ágiles y efectivos para entablar un diálogo con nuestros lectores, así que ¡se admiten sugerencias! El público es siempre el más sabio en estas cuestiones.
Si esta en vuestras manos. El tema de los comienzos del reino de Asturias. ¿Cuántos eran, dónde estaban, porque triunfaron contra el nuevo gobierno? Las traducciones de las cónicas son insuficientes, tiene que haber algo más, que aclare el tema y que todos podamos leer y entender.
Tengo una propuesta para algún tema del segundo año:
Estaría bién trabajar un poco la cultura de los Nórdicos, por ejemplo los Vikingos.
No trabajo como arqueólogo ni historiador, pero me gusta mucho la revista, seguid adelante porque ¡Mola mucho!
Hola, Huc. No descartamos estos temas que propones, pero ya puedes encontrar un par de números sobre los Vikingos en Desperta Ferro Antigua y Medieval. Te ponemos los links para que puedas echar un vistazo, el número 3, La herencia vikinga y el número 26 Los vikingos.
¿Y qué tal un monográfico dedicado a Tartessos? Estoy por afirmar que somos legión los que estaríamos encantados con la iniciativa. ¡Ánimo y que no decaiga vuestro entusiasmo que también es el nuestro!
Sin duda es uno de los temas que trataremos en el futuro en Arqueología e Historia. ¡Es un tema casi obligado!
que tal un número sobre ritos funerarios en la protohistòria del mediterráneo occidental?
Se trata de una excelente idea, aunque el tema de los ritos funerarios se va tocando en el contexto de otros números. Por ejemplo, en el del mundo ibérico ya hay uno, lo habrá en el de Egipto y, sin duda, en otros futuribles como los de etruscos o, estrictamente en la protohistoria, en Celtíberos, galos, bretones o cualquiera que sea el tema que se escoja. De este modo acabaríamos un poco con la posibilidad de un número monográfico transversal, aunque tampoco es descartable del todo.
en realidad queria referirme a la cultura de los campos de urnas en el Mediterraneo Occidental,mi debilidad…